28 julio 2014

De la vida misma...

Cuatro hombres casados van de senderismo.
Después de una hora de marcha, se oye la siguiente conversación:
HOMBRE 1: "No tenéis ni idea de lo que tuve que hacer para venir hoy ¡Tuve que prometer a mi señora que pintaría toda la casa el próximo fin de semana!"
HOMBRE 2: "Eso no es nada. ¡Yo tuve que prometer que le construiría una terraza nueva para la piscina, con marquesina y todo!"
HOMBRE 3: "Pero hombre, ¡Os quejáis por nada! Yo tuve que prometerle que remodelaría la cocina completa, incluyendo el cambio de todos los electrodomésticos."
Y así, continúan andando hasta que se dan cuenta que el cuarto amigo no había dicho una palabra, y deciden preguntarle: Tu no has dicho nada acerca de lo que tuviste que prometer para poder venir a la ruta de hoy.
¿Nos vas a decir que no tuviste que prometer nada?
HOMBRE 4: "Yo puse el despertador a las 6:00 hs. y cuando sonó, me acerqué al oído de mi mujer y le dije:
"¿senderismo o polvazo?"
y ella me contesto:
"Abrígate bien..."

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